Recreos activos

En la adolescencia se produce un abandono de determinados hábitos saludables como la práctica de actividad físico-deportiva, influyendo en ello conductas positivas y negativas con respecto a la salud.
La Actividad Física dentro del ámbito escolar se centra en la asignatura de Educación Física, tan solo 2 horas semanales.

Atendiendo a la World Health Organization (2010) y lo escrito en la revisión de Vicedo et al. (2021) recomiendan que los adolescentes en la edad ya mencionada practiquen al menos 60 minutos diarios de actividades físicas de intensidad media a vigorosa. Por ello, sin limitarse exclusivamente, al ámbito escolar, parece adecuado aprovechar las ventajas del recreo, como tiempo para que nuestro alumnado sume hora de movimiento activo.

Estos son los motivos por los que el departamento de Educación Física propone para este curso iniciar un nuevo proyecto bajo la denominación de “RECREOS ACTIVOS”.

Desarrollaremos dos fases para la ejecución del proyecto:

1. En la primera fase, que se desarrollará durante el primer trimestre, se elaborará un programa con las diferentes actividades considerando aspectos relacionados con la organización de las mismas.
2. En la segunda fase se llevará a cabo el programa. Será una experiencia piloto que tras su evaluación esperamos desarrollar en sucesivos cursos. Nuestra intención es añadir además de las actividades físicas propias del departamento de Educación Física como baloncesto, badminton, tenis de mesa, baile o fútbol, otras actividades organizadas por otros departamentos como “talleres de rap”, “taller de dibujo”, entre otras.

Hemos observado que el alumnado del Centro Severo Ochoa, durante los recreos es poco activo. Tiende a ocupar un espacio determinado en el patio. La mayoría se relacionan a través del uso de dispositivos digitales. Tan sólo algunos alumnos y alumnas del primer ciclo de la ESO comparten la pista polideportiva para jugar al fútbol de forma desorganizada, generando en ocasiones situaciones de tensión y conflicto entre iguales.
Con el programa de “RECREOS ACTIVOS” estas dos situaciones tan poco recomendables en un centro educativo podremos evitarlas o al menos reducirlas.